viernes, 23 de julio de 2010

Destino incompleto.


En el quinto piso del quinto edificio de la mano derecha de la quinta avenida en la Nueva City en una habitación de 4 paredes pero 5 rincones se encontraba una valija con moho, vieja y vacía esperando ser llenada de 6 cosas que pudieran convivir entre ellas pero a la vez que no se necesitaran entre sí en caso de ser perdidas en alguna estación.

El día llegó en el que un libro sin letras, un amor muerto, un perfume sin fragancia, lágrimas, acordes sin notas y un cuento sin final, formaron una unión perfectamente desperfecta capaz de, a través de universos, atraerse entre sí para formar su propia tristeza compartida y darle nuevamente vida a la valija enmohecida.

Destino desafortunado que la valija se abrió por el tropezón de su portadora cuando bajaba las escaleras, esparciendo todas sus bellezas sin gusto al mundo. Cada pieza incompleta siguió su propia suerte, yendo a parar a diversos caminos fortuitos:
El libro sin letras cayó en manos de un niño;
El amor muerto al olvido;
El perfume sin fragancia a una cama desordenada;
Los acordes sin notas a una guitarra desafinada;
Las lágrimas se secaron instantáneamente y en aire se convirtieron;
Y el cuento sin final al infinito fue.

Sin embargo, el destino siempre inquieto, se movía disconforme entre fortunas, caminos, deseos y energías., haciendo de las atracciones de estos objetos un solo poder inmenso.
Y fue así como el libro volvió a la valija con nuevas historias para el placer de todos entretener, el perfume volvió con olores indescriptibles que llenaron de pasión las paredes, el amor muerto volvió con aires de superado pero feliz, las notas trajeron música, las lágrimas que se convirtieron en suspiros y el cuento....el cuento ha llegado a su fin.

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